La sentencia propuesta se produce después de que un juez federal determinara que Google había construido su monopolio al garantizar que su motor de búsqueda fuera el predeterminado en los dispositivos Chrome y Android.
El Departamento de Justicia ha pedido a un tribunal federal que ordene a Google vender su navegador de Internet Chrome y el gigante tecnológico podría verse obligado a vender también su negocio de sistema operativo móvil Android.
Las sanciones propuestas son el punto culminante de un caso antimonopolio que los fiscales federales y estatales ganaron contra Google a principios de este año y que se prolongó durante años. En el caso, argumentaron que la empresa había estado operando un monopolio ilegal sobre las búsquedas y la publicidad en Internet. El núcleo de sus argumentos fue el hecho de que Google preinstala su motor de búsqueda como opción predeterminada en sus navegadores Chrome y teléfonos Android, lo que le da una ventaja no competitiva sobre otras empresas de búsqueda.
Chrome es, con diferencia, el actor más dominante en la industria de los navegadores, con más del 60 por ciento de la cuota de mercado, según varias estimaciones. Su siguiente competidor más cercano, el navegador Safari de Apple, atiende alrededor del 20 por ciento del mercado. Miles de millones de dispositivos en todo el mundo, de múltiples fabricantes, utilizan el sistema operativo Android de Google. Gracias en gran parte a esos flujos de distribución integrados, el motor de búsqueda de Google captura más del 89 por ciento de todas las consultas de búsqueda, según la sentencia del juez Amit Mehta en el caso.
¿Qué dice la sentencia contra Chrome?
La propuesta de sentencia final del Departamento de Justicia, presentada el lunes, obligaría a Google a vender el navegador Chrome y le prohibiría volver a entrar en el mercado de navegadores durante cinco años. Con respecto a Android, la propuesta incluye "remedios conductuales" que restringirían a Google el uso del sistema operativo para bloquear la competencia en el negocio de las búsquedas, pero los demandantes dejaron abierta la posibilidad de que Google tuviera que vender Android por completo. Además, propusieron la creación de un comité técnico que investigaría y supervisaría la implementación de las sanciones por parte de Google.
Además, la sentencia propuesta prohíbe a Google celebrar acuerdos con terceros que les obliguen a convertir a Google en el motor de búsqueda predeterminado en su servicio o plataforma. Al señalar que la enorme cantidad de datos que Google ha acumulado es la “materia prima esencial” que le permitió monopolizar la industria de las búsquedas, la propuesta también exigiría a Google que pusiera su índice de búsqueda a disposición de los competidores a un coste marginal y les proporcionara datos sobre el comportamiento de búsqueda de los usuarios y los anuncios de búsqueda de forma gratuita durante 10 años. Y exigiría a Google que fuera más transparente con los anunciantes sobre el rendimiento de sus anuncios en su motor de búsqueda.
¿Qué dice Google sobre esta decisión?
En un comunicado de prensa, Google describió la propuesta como una “agenda intervencionista radical que dañaría a los estadounidenses y al liderazgo tecnológico global de Estados Unidos… Destruiría una gama de productos de Google, incluso más allá de la Búsqueda, que la gente ama y encuentra útiles en su vida cotidiana”.
Con información de gizmodo